Una reflexión ecofeminista:
En el sistema patriarcal, las mujeres han demostrado que son capaces de mantener relaciones familiares y personales de conciliación y respeto, esto lo consiguen porque tienen la habilidad de no anteponer sus intereses a los de los seres que les rodean. Los hombres, sin embargo, han hecho valer su virilidad dejando de lado muchas necesidades afectivas que deberían corresponder a sus seres más queridos, me atrevería a decir más, hay veces que se sienten en el compromiso de demostrar que están por encima a través de la fuerza. Es en este punto donde podemos circunscribir que, las mujeres cuentan con la capacidad de llevar a cabo acciones sin abusar del poder, lo que genera que a la hora de gestionar el medio ambiente, éste pueda verse desde una perspectiva horizontal y no inferior. Y por tanto que la gestión del medio natural se pueda acometer desde una perspectiva cuidadosa y sostenible. Desde Chipko, tenemos la plena convicción de que las mujeres tienen herramientas y conocimientos precisos para una gestión sostenible y cuidadosa del medio ambiente. Y para aquel que tienda a las malas interpretaciones, con esto no queremos decir que las mujeres deban ser las únicas gestoras del medio ambiente, si no, que hay que darle el máximo valor a las capacidades femeninas para conseguir un desarrollo global sin decrecimiento ni detrimento natural.
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